La ciberseguridad se convirtió en un tema central dentro del mundo digital. En esta era de hiperconectividad, las contraseñas de nuestros dispositivos y cuentas tecnológicas representan la primera línea de defensa ante los ataques de terceros.

¿Qué tan conveniente es guardar las contraseñas en los navegadores de internet?

Estas claves actúan como una técnica fundamental de control de acceso, diseñadas para mantener nuestros datos personales protegidos de los hackers. Sin embargo, en muchas ocasiones en las que creamos nuestra "seña secreta", no tenemos en cuenta criterios básicos de seguridad que pueden poner en peligro hasta los datos más sensibles.

El peligro de lo obvio

Como resultado del mal uso de las contraseñas, millones de usuarios pueden ser víctimas de robos o estafas digitales. Esto demuestra una tendencia preocupante: mucha gente utiliza composiciones simples, e incluso repite la misma clave para varios accesos.

Una investigación detallada de Troy Hunt sobre ciberseguridad analizó más de 100 millones de claves que fueron filtradas. Este estudio reveló que la gente incorpora cinco combinaciones que son sumamente sencillas y obvias. Por ejemplo, la combinación “123456” es utilizada por más de seis millones de usuarios a nivel mundial, mientras que “123456789” es la alternativa más común para dos millones de internautas. Lo que más llama la atención es que muchas personas usan secuencias aún más vulnerables, como “111111”, o palabras como “password” y “qwerty” para proteger la seguridad de sus cuentas virtuales o teléfonos. Estas elecciones simplifican drásticamente el trabajo de los ciberdelincuentes.

Combinaciones que salvan datos

Para reducir el riesgo de que nuestra seguridad sea vulnerada y evitar los ataques de terceros, es indispensable tomar medidas preventivas. Para una mayor seguridad, las claves deben tener una combinación de letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.

Lo más importante es proteger nuestros accesos con combinaciones robustas de 12 caracteres o más. Es esta mezcla de letras, números y símbolos lo que hace que la clave sea mucho más difícil de descifrar. Si bien esta combinación ayuda a defender los archivos, dispositivos y cuentas en línea del software malintencionado, debemos asegurarnos de que la longitud también sea la adecuada.

Consejos para la memoria y la seguridad

Otra recomendación vital es utilizar una contraseña diferente para cada una de las cuentas. Además, es crucial incluir palabras inusuales, ya que los delincuentes a menudo intentan descifrar la clave introduciendo expresiones comunes del diccionario.

Una de las opciones más eficaces es recurrir a letras de canciones, frases populares o citas. A estas frases largas se les deben agregar varios caracteres especiales para que la clave sea más fácil de recordar para el usuario, pero impenetrable para los hackers.